Hay veces, millones de veces, que hemos hecho daño a alguien, sea queriendo o sea sin querer, no somos conscientes de lo que hablamos, de lo que hacemos, de lo que decimos. Pero no voy a hablar del daño que podamos llegar a causar, porque mi blog no va a ir de eso, voy a hablar de mi, de MI VIDA.
Días largos, interminables. Días tristes, sin amor. Hay días en los que ojalá pudieras desaparecer, en los que yo hubiera desaparecido también, pero no. Hay que ser fuerte, hagan el daño que te hagan, porque todos sabemos que hay personas que se dedican a hacer daño a las personas y que hasta te has planteado alguna vez: "Voy a cambiar". Pues no, nunca, pero NUNCA cambies porque cada imperfección de una persona la hace más perfecta de lo que ya es.
El daño que llegan a hacer algunas personas es tan fuerte que hace que nos planteemos esta cuestión, la cuestión de cambiar, la cuestión de dejar ser quien somos. A mi me han hecho mucho daño en esta vida, seguro que en la tuya también, ya sea con los tipos de insultos que repiten una y otra vez: "¡Fea/o!¡No vales para nada!" "Las/os altas/os son todas/os unas/unos *****" "¡Gorda/o!" "¡Baja/o". Y muchos más. El típico insulto que a nadie le gustaría oír. A mi me hicieron cambiar de punto de vista, del punto de vista de mi vida, ese punto en el que te planteas desaparecer. Desaparecer para no volver JAMÁS. Dejar todo atrás y poder ser cómo todos quieren que seas. Yo no me entiendo, quiero cambiar, pero no quiero dejar de ser como soy, porque tal y como soy representa mi...ME REPRESENTA. Con estos insultos también hacen que te plantees que nadie te querrá jamás, todos tus amigos con su pareja y tú, tú una alta/baja/fea/flaca/gorda Pues no pienses eso porque no es así, es lo que quieren que tú pienses. Yo siempre le saco una sonrisa a todo el mundo, porque me encanta ver sonreír a aquellas personas que lo han pasado mal. Yo le saco una sonrisa a todo el mundo, menos a una persona. A mi misma.
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